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Machu Pichu, puertas abiertas

Tras 66 días de aislamiento, el crujir de los vagones sobre los rieles regresó el último jueves a Machu Picchu Pueblo y trajo de vuelta a bulliciosos grupos de turistas, provistos de cámaras, mochilas y cantimploras. La escena era de lo más cotidiana desde que ese lugar tiene historia pero, en enero último, las torrenciales lluvias que asolaron todo Cusco destruyeron la línea férrea y dejaron aislados a la ciudadela inca y al desordenado pueblo que se alza a sus pies.

Ni bien acaecido el cierre, la mayoría pronosticó un desastre económico y social en el Cusco. No se equivocaron, pues 17 mil personas quedaron temporalmente sin empleo. Otro grupo señalaba que era un mal necesario para que empresarios y autoridades tomasen conciencia del abandono en que se encontraba el destino turístico más importante del país, al contar con una sola vía de acceso. Hubo también quienes atribuyeron el cierre a una reivindicación de la Pachamama, la cual ofrecía un merecido descanso a las ruinas y a la naturaleza. Las dejaba respirar de ese frenético ritmo de hasta 3.000 visitas al día. No existe un estudio de impacto actualizado que señale cuántas personas pueden acceder a la ciudadela sin perjudicarla.

Pero todas esas preocupaciones quedaron a un lado la mañana del jueves, cuando todo volvió a la normalidad en Machu Picchu. Los vendedores se habían esmerado en surtir y redecorar los puestos que ocupan en el caótico mercado artesanal que da la bienvenida al pueblo. El alcalde, Edgar Miranda, se cruzó una banda multicolor y empuñó un cetro de aplicaciones incas. Los niños de la escuela desfilaron con disfraces multicolores. Un conjunto de danzas folclóricas acompañó en su ingreso a esos primeros turistas. Fueron unos 1.500 los que llegaron, tanto por tren como por el Camino Inca, y por la menos recomendada ruta de Santa Teresa.

La expectativa del primer grupo de turistas era creciente al subir hacia el santuario. “Siento que participo de un hecho histórico”, se emocionaba Steve, un estadounidense jubilado a quien su agencia de viajes le postergó hasta dos veces el viaje que más había anhelado en los últimos años. Para el turista no pasaba desapercibido el hecho, pues una treintena de periodistas —entre locales, nacionales e internacionales— se desvivía por captar cada detalle de la reapertura. El acontecimiento no podía pasar inadvertido, además, porque su compatriota, la actriz Susan Sarandon, venía también con ese primer grupo para amadrinar el retorno de Machu Picchu.

De hecho, ella fue la única que le pudo robar un poco de protagonismo a la maravilla inca. “¡Susan, I like your movies!”, le gritaban de lejos sus admiradores. De lejos porque la prensa solo dejó de asediarla cuando, ya frente a la montaña del Huayna Picchu, la actriz y un grupo de niños celebraron el pequeño ritual de arrojar confite al aire para sellar así la reapertura.

Además de la presencia de Sarandon, sorprendía a los turistas el compartir el recorrido con esa aparatosa comitiva encabezada por el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez. Él no escatimó en dar recomendaciones a los visitantes. A la prensa le dijo que se construirá una carretera alterna, que se evalúa establecer vuelos comerciales, los cuales —jura— no pasarían por el santuario, que se ordenará un nuevo estudio de impacto sobre la ciudadela, que se abrirán nuevos circuitos dentro de ella para desconcentrar la presión, que implementará un boleto electrónico para el mejor control de las visitas. Dijo también que ahora sí se harán cumplir las normas en Machu Picchu Pueblo. Todas esas promesas fueron lanzadas frente al renovado y sobrecogedor paisaje que esa mañana ofrecía Machu Picchu: más limpio, más verde, más mágico.

De hecho, turistas, periodistas y funcionarios del sector coincidieron en que el santuario regaló un brillo especial para su reapertura.

TAMBIÉN ESTUVO EN EL VALLE

Además de su ajetreada visita a Machu Picchu, la actriz Susan Sarandon se dio tiempo para visitar, esta vez en silencio, el imponente Valle Sagrado. Se había enterado de los atractivos de este destino, con sus nuevos hoteles y maravillosos paisajes, así que no dudó en dirigirse hacia allá antes de enrumbarse a la ciudadela inca.

Debido a la importante visitante, los directivos del hotel Tambo del Inka no dudaron en abrirle las puertas pese a que aún no se encuentra oficialmente en funcionamiento. La actriz no dudó en alabar el establecimiento, que se erigió en lo que fuera el recordado Hotel de Turistas del Valle Sagrado.

MÁS INFORMACIÓN
Direccion: Calle pau Claris, 128. Lima. Precio: 15 soles.

http://www.notiviajeros.com/2008/11/17/ruta-cusco-a-machu-picchu/