El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido en Quebec (Canadá), pidió hoy la instauración de un sistema de “vigilancia reforzada” en el Santuario Histórico de Machu Picchu y otros tres sitios inscritos en la lista del patrimonio mundial.
Este mecanismo, instaurado por el comité el año pasado, permite enviar regularmente misiones de expertos a sitios de patrimonios enfrentados a amenazas precisas.
El objetivo de este mecanismo, que prevé observar los hechos in situ, es mantener al comité regularmente informado de la situación en el terreno, para guiarlo así en sus acciones.
Sobre Machu Picchu, el comité expresó graves preocupaciones respecto a la gobernanza del sitio y puso de relieve problemas urgentes relativos a la deforestación, los riesgos de deslizamientos de terreno, el desarrollo urbano incontrolado y los accesos ilegales al santuario.
La ciudadela incaica, uno de los referentes arqueológicos y turísticos del Perú, fue inscrita en la lista del patrimonio mundial de Unesco en 1983.
Los otros sitios a los que también se ha solicitado vigilancia reforzada fueron Burdeos, Puerto de la Luna (Francia), Tombuctú (Mali) y Samarcanda – encrucijada de culturas (Uzbekistán).
La vigilancia reforzada continuará aplicándose en siete sitios en los que fue solicitada en 2007, todos ellos integrantes de la lista del patrimonio mundial en peligro.
Se trata de Valle del Elba en Dresde (Alemania), Ciudad Vieja de Jerusalén y sus murallas, y cinco sitios situados en la República Democrática de Congo: Parque Nacional de Virunga, Parque Nacional de Kahuzi-Biega, Parque Nacional de Garamba, Parque Nacional de Salonga y Reserva de Fauna de Okapis.
En su actual reunión, que concluye hoy, el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco no aportó ningún cambio a la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, que en la actualidad comporta 30 sitios.