Si bien el Cusco es una de las ciudades más enigmáticas y atrayentes de Sudamérica gracias a sus restos arqueológicos, en el último año la oferta gastronómica para el turista de lujo que arriba a este punto del territorio nacional se ha sofisticado, convirtiéndose así en uno de los elementos más relevantes de captación de turismo receptivo.
Por tal motivo, no es raro que los visitantes de alto poder adquisitivo hayan cedido ante los encantos de la oferta gastronómica presentada en los diversos hoteles cinco estrellas y restaurantes más renombrados ubicados en el llamado “Ombligo del Mundo”. No se pueden resistir a los sabores de platillos nunca antes imaginados.
“Hasta hace tres o cuatro años, los turistas de lujo sólo venían a Cusco motivados por visitar Machu Picchu, Sacsayhuamán, Pisaq, Ollantaytambo, entre otros sitios arqueológicos de la ciudad. Sin embargo, ahora existe un segmento que viene exclusivamente para deleitarse con la variedad de platos y tragos que se ofrecen en las diferentes zonas turísticas de la provincia”, reveló el jefe de cocina de Casa Andina Private Collection Valle Sagrado, José Pareja.
Platos a base de trucha, alpaca, pejerrey de agua dulce, quinua, chuño blanco, mormonta (variedad de papa), entre otros insumos, que se presentan como los potajes más demandados por este segmento de visitantes, quienes invierten entre 150 y 180 nuevos soles, en promedio, por almuerzo o cena.
Globalización
Pero no todo en el Cusco es comida novoandina. Ahí también confluyen los más exquisitos potajes de la comida oriental, italiana, francesa, inglesa, entre otras. Así, podemos encontrar platos como dedos de pollo novoandino con dos texturas de quinua negra y blanca con pure al wasabi y salsa oriental, entre otras exquisiteces.
«Al visitar Cusco, el turista busca vivir una experiencia única, llena de aventuras y sabores exóticos, los cuales no sólo se encuentran en el Caribe, sino también en el Ande. Es la globalización de la gastronomía”, resaltó el chef del tren Hiram Bingham de la cadena Orient Express, Marco Albán.
Entre los insumos que destacan en la preparación de comidas se encuentra el aguaymanto, una fruta amarilla, dulce y pequeña, originaria de los andes, que se puede consumir sola, en almíbar, postres y con otras frutas dulces, pero que ahora forma parte de la cocina gourmet.
Variedad
El chef principal de Sumaq Machu Picchu Hotel, Rafael Piqueras, señaló que debido a que el Perú es uno de los países con mayor diversidad geográfica y cultural, es posible que en este lugar se registre una vasta cantidad de productos y tradiciones culinarias. “En esta ciudad, se busca sorprender con nuevas texturas y presentaciones. Hay una mezcla de temperaturas y formas con los mejores productos.
Es una cocina que satisface la imaginación, convirtiendo la comida en una experiencia sensorial”, refirió Piqueras. En la actualidad, la mayoría de los hoteles y restaurantes ubicados en el Cusco cuenta con una carta que contiene al menos 200 platos, los que combinan insumos extranjeros, regionales, nacionales y de la zona.
“Si quieren probar algo novedoso, exótico, tienen que venir al Perú, pues lo exótico también está en el Ande, la Selva y la Costa de este cálido país. Vengan a probar lo exótico del Perú”, subrayó Pareja.
DE INTERÉS
-Los restaurantes aún concentran el 80 por ciento de las ventas del sector, mientras que los hoteles representan el 20%.
-Esta situación se presenta porque en años anteriores las cartas de los hoteles no ofrecían tanta variedad y especialización en la preparación de los potajes.
DATO
A la fecha, el turismo gastronómico representa el 40 a 50 por ciento del turismo receptivo total del país, mientras que el turismo arqueológico concentra el 60 por ciento. Sin embargo, según especialistas del sector, el boom gastronómico, no sólo en el Cusco, sino en todo el Perú, está dando sus primeros pasos.