Tarma es un destino cada vez más frecuentado por los limeños debido a su cercanía con la capital (a solo cuatro horas de viaje), su privilegiado clima, sus hermosos valles floridos y por ser un punto estratégico que comunica la sierra y la selva central.
RUMBO A SAN PEDRO
Muy cerca de la ciudad hay variadas excursiones que combinan cultura, naturaleza e historia. El clásico recorrido por el día se inicia con la visita a San Pedro de Cajas, un pintoresco poblado de artesanos textiles reconocidos por sus coloridos tapices de fibras de alpaca y ovino, ubicado a solo 40 kilómetros de Tarma. Una vez en San Pedro pregunte por el taller del famoso artesano Teodolo Ulloa.
VALLES Y FLORES
En el trayecto se pasa por hermosos paisajes como el Valle de las Flores, uno de los principales atractivos de Tarma, y luego en unos minutos se llega a unas extensas llanuras de puna cubiertas de ichu a más de 4.000 m.s.n.m., hábitat de los camélidos y las elegantes vicuñas silvestres que se pasean a sus anchas por los campos.
En esta zona también se observa gran cantidad de abrigos rocosos, refugio de los antiguos habitantes nómades de esta región que se remontan a siete mil años. Muy cerca, en los alrededores del lago Junín, se halla Telarmachay, asentamiento de una larga tradición donde la arqueóloga francesa Danielle Lavallée hizo los primeros hallazgos de domesticación de camélidos en los Andes, así como hornos en los que se empleaban piedras calientes al estilo de las pachamancas actuales.
El camino es un bello espectáculo de sembríos de alfombras de cereales de infinitas tonalidades amarillas y doradas junto a campos de flores de retama. Asegúrese de partir recién a las nueve de la mañana, cuando el cielo se despeja.
A unos minutos antes de llegar a San Pedro se encuentra Cachipozo, ojos de agua que representan el lado femenino y masculino a donde llegan los recién casados para sellar su relación. Todos los años a comienzos de julio se realiza en el lugar una tradicional ceremonia de limpia.
PROFUNDAS CUEVAS
El siguiente punto es la gruta del Huagapo, a 25 minutos de camino, considerada la más extensa de Sudamérica con una longitud de 2.800 metros de largo. Los visitantes llegan por lo general a los primeros 300 metros, donde apreciarán las formas esculturales creadas por las estalactitas y estalagmitas que tienen miles de años de formación y las pinturas rupestres en sus paredes rocosas.
PAISAJES SERRANOS
Regresamos a la carretera y pasamos por el mirador Palcamayo y por Picoy, donde sus pintorescos poblados de techos de tejas se proyectan como prósperas comunidades que viven de la cosecha de sus tierras, tanto así que el valle de Palcamayo es conocido como la capital de las hortalizas y en la plaza destacan unas grandes esculturas de flores y coles.
El paseo por sus extensos valles es gratificante. Mujeres con sombreros de ala ancha recorren sus tierras recogiendo la cosecha junto a unas altas montañas que circundan los campos y nos cuentan que acá, a diferencia de otros poblados del país, se vive de la tierra y se vive bien.
HACIENDAS CON HISTORIA
Las antiguas haciendas abandonadas desde los años cuarenta se han convertido en parte del paisaje. Cada una tiene singulares historias e interesantes personajes que las han habitado. Estas en su mayoría no han sido recuperadas y forman parte de este paisaje como un testigo mudo del paso del tiempo y recrean un nostálgico panorama entre las paredes derruidas rodeadas de fértiles tierras que esperan por sus cosechas.
Solo dos casas hacienda se han convertido en acogedores hospedajes —La Florida y Santa María— y se caracterizan por ofrecer una estadía basada en el turismo vivencial.
HOSPEDAJES DE PRIMERA
La oferta hotelera en Tarma brinda ahora cómodos recintos como el hotel Los Portales, que cuenta con la moderna discoteca Kimera, recientemente inaugurada y con capacidad para 500 personas, además del elegante restaurante Odría, de cocina novoandina y que se ubica en los elegantes salones de lo que fue el Hotel de Turistas (fundado, precisamente, por el ex presidente). La inversión en la recuperación del hospedaje y la discoteca ha sido de un millón y medio de dólares.
RESTOS DEL PASADO
Si tiene tiempo, no deje de visitar el complejo arqueológico de Tarmatambo, ubicado a solo seis kilómetros al sur de la ciudad. Este fue un importante asentamiento administrativo que formó parte del camino inca que unía al Cusco con Jauja.
Por: María Tord – Vamos!