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Santa Rosa de Callahuanca, Lima

Santa Rosa de Callahuanca

No hay nada que nos alegre más que la llegada de un feriado y, sobre todo, cuando podemos alejarnos de la rutina y cotidianidad de Lima por más de un día. Aproveche el fin de semana largo que se viene, visitando un lugar a menos de dos horas de la capital que difícilmente lo desilusionará, ya que goza de un muy buen clima. Llevar ropa ligera y algo para abrigarse en las noches es imprescindible. Estamos hablando de Santa Rosa de Callahuanca, distrito ubicado al noreste de Lima y al que se llega a través de la Carretera Central hasta el km 37,5, donde se encuentra el desvío que recorre el valle del río Santa Eulalia.

Este último punto resulta muy atractivo en cuanto a restaurantes campestres que ofrecen de todo en un mismo lugar. Tal es el caso de Montepiedra, en el que uno puede desayunar un buen pan con chicharrón, almorzar o incluso quedarse un fin de semana en habitaciones que van desde S/.50 a S/.100. Ahora, antes de seguir el camino hasta Callahuanca, es imposible no visitar Barbablanca, cuya bienvenida nos la da su central hidroeléctrica, obra impresionante y fácilmente identificable, gracias a los tubos que se pueden divisar desde la parte de abajo con su casa matriz hasta arriba en las montañas que traen agua de Huinco, otra central cercana.

Gracias a este recorrido también podrá apreciar los más hermosos verdes paisajes, debido al camino empinado que le brinda una ubicación estratégica haciendo las veces de mirador. Todo esto mientras pasea también por otros poblados como Palle Viejo o San Jerónimo de Punán, desde donde podrá ver cristalinas pozas de agua que forma el río Santa Eulalia. Ahora, si es amante de las caminatas, es decir, del llamado trekking, existen tours y empresas que ofrecen actividades específicamente relacionado a esto en la zona. Tal es el caso de Dimensiones Perú, que organiza salidas cerca de Lima y cuyo punto de encuentro se da siempre en el C.C. El Polo.

Y LLEGAMOS
Desde el pueblo de San Jerónimo de Punán, se puede empezar el ascenso hasta llegar al cercano pueblo de Callahuanca, ubicado en una pequeña meseta a casi 300 metros sobre la carretera y a una altura de 1.765 m.s.n.m., en donde la principal actividad económica del lugar es la agricultura. Por ello, en esta parte del trayecto, podrá ver numerosas chacras de frutales en donde destacan la chirimoya y la palta que convierten a Callahuanca en uno de los principales abastecedores de Lima. En el camino podrá ver también la misteriosa meseta de Marcahuasi a lo lejos.

Una vez en el distrito, lo primero que llamará su atención serán las casas de un estilo inconfundible: un aire a la serranía peruana que además cuenta con simpáticos balcones, que le dan un toque especial a sus angostas calles. En lo que respecta a su pequeña plaza de armas, esta cuenta con una hermosa iglesia hecha de piedra dedicada a Santa Rosa, al igual que su campanario. A esto se suma la pileta, última adquisición del lugar, que es la alegría de grandes y chicos.

Después de un paseo alrededor del parque, seguramente se le antojará un helado de las frutas que vio en el camino. Así pues, puede escoger entre la ya clásica, pero imperdible chirimoya o aventurarse por un helado de palta, común en otras latitudes, pero sorpresivo entre nosotros.

Un lugar no tan conocido o visitado son las ruinas de Poronhuasi. Dimensiones Perú, por ejemplo, ofrece también, si lo desea y el cuerpo aguanta, visitar este complejo arqueológico, en donde podrá ver diversas chulpas y recintos hechos en piedra con hornacinas y portadas muy bien conservados que datan del año 1100 d.C. Si bien, este complejo está prácticamente en abandono y con nulo trabajo de restauración, es interesante apreciar estas estructuras.

Ya lo sabe, divertirse en familia y descansar entre la naturaleza es muy fácil. Solo bastan las ganas.

Por: Fiorella Carrera – VAMOS!