Parado sobre la duna Saraja uno divisa Ica en 360 grados. Verde y árida simultáneamente. Llegar ahí toma tiempo, el terreno hace que cuatro pasos equivalgan a uno. La arena, cual azúcar rubia, es pegajosa, se acomoda por todos lados: en el pelo, los zapatos y el pantalón. Un accidente geográfico muy característico de la localidad.
¿Pero qué otros atractivos ofrece dicha ciudad a los visitantes además de paisajes?
“Esta brinda diferentes tipos de turismo, hay sol prácticamente todo el año y el ambiente es más pausado”, señala Christian Huamán, guía de la empresa Ica Tours. Suena bien. Sin embargo, para conocer un lugar hay que curiosear. Empecemos ahora.
AGUA DE LA NADA
Algunos dicen que la laguna Huacachina no es la misma que en la década del 50, cuando la alcurnia local paseaba por sus malecones. Es verdad que ha cambiado, pero todavía constituye el tesoro del desierto iqueño, el oasis que sacia su sed y refresca a sus visitantes.
La gama de opciones en relación con el hospedaje dependerá de cuanto esté dispuesto a gastar. El Mossone es el hotel más exclusivo, seguido por El Huacachinero (ubicado a la espalda de la laguna) de costo intermedio. Una habitación doble en cada uno de ellos sale alrededor de S/.287 y S/.110 respectivamente.
Claro que también hay alojamientos cuyos precios son más cómodos, tipo mochileros. Tal es el caso de El Barco u Hospedaje Salvatierra en los que un cuarto con baño privado sale en promedio S/.30 y S/20. Aunque hay alternativas todavía más baratas.
Es común que cada hotel cuente con un restaurante o comedor; sin embargo, también encontrará otros en torno a la laguna como Moroní, el único establecimiento situado al borde de Huacachina y cuya especialidad son los pescados y mariscos. Exprima al máximo su estadía en el oasis, dando un paseo en pedalón o botes de remo. Asimismo, puede acudir a la biblioteca, en donde encontrará publicaciones sobre la zona, pertenece a la familia Benavides y el ingreso es libre.
SALUCITO
“No traigas fruta a este fundo”, se lee en un cartel al ingresar a la bodega Vista Alegre. Es sabido entre los cultivadores vínicolas que las moscas que atraen los frutos destruyen la cosecha. No obstante, Vista Alegre así como Tacama, dos de los principales productores industriales de vino y pisco en la zona abren sus puertas a los viajeros que les apetezca conocer cómo son elaboradas dichas bebidas nacionales. En ese sentido, podrá apreciar plantaciones de almácigos, viñedos y bodegas. Deguste la variedad de vinos tintos, blancos y rosés al final del paseo. Tanto la cata como este son gratis.
Visite también el fundo Tres Esquinas, donde hallará dos bodegas artesanales de pisco y vino dulce: Doña Juanita (cuya marca comercial es Tres Generaciones) y El Catador. Si le da hambre pruebe el tacu tacu de pallares, exquisitez del restaurante La Olla de Juanita.
QUE TODO FLUYA
A aquellos que prefieren el descanso al momento de elegir dónde vacacionar y cuentan con una buena economía, le aconsejamos hospedarse en el hotel Las Dunas. El complejo cuenta con habitaciones dobles y triples, así como con un nuevo pabellón de junior suites, todas rodeadas por lagunas y naturaleza. Además, tiene piscinas, discoteca, comedor, cancha de tenis, tienda de regalos, etc.
Disfrute de actividades gratuitas para niños y adultos como también de otras con costo adicional tipo masajes, paintball, areneros o paseos a caballo. Asimismo, no se pierda los shows de fin de semana preparados para los huéspedes a partir de las 9: 30 de la noche en el salón Sol de Ica.
En la actualidad existe un paquete de tres días, dos noches que incluye la alimentación. Una habitación doble cuesta S/.577 adultos y S/.289 niños. Ojo, lo óptimo es reservar con al menos un par de semanas de anticipación o es una opción para los feriados de Fiestas Patrias desde ya.
EL CORAZÓN IQUEÑO
De otro lado, para develar la identidad de los que habitan una ciudad, nunca está demás darse una vuelta por su centro histórico. Una forma de llegar es atravesando la calle Lima, esta es conocida por su gran movimiento comercial que abarca desde tiendas de calzado o ropa hasta electrodomésticos, chocolaterías, bodegas, etc.
Una vez en la Plaza de Armas notará al medio dos obeliscos. Estos representan las grandes culturas preíncas, Paracas y Nasca, que se asentaron en dichas tierras.
Alrededor se encuentran la municipalidad y las fachadas de antiguas casonas que han sido subdivididas en negocios. Tal es el caso de la antigua propiedad del Marqués de Torre Hermosa en la calle Libertad.
Tome en cuenta que la Catedral, así como el Santuario del Señor de Luren (entre la cuadra 9 del Jirón Ayacucho y la 2 de la calle Nasca), no son accesibles al público luego del terremoto del 2008, sin embargo vale la pena observar dichos templos al menos por fuera.
VOLVER AL PASADO
A los que les atraiga la idea de estancarse en este y otros tiempos, le recomendamos visitar el Museo Regional Adolfo Bermúdez Jenkins, donde apreciará básicamente dos salas temáticas. La primera es la más grande y está subdividida a su vez en pequeños ambientes que en orden cronológico le muestran ceramios y ornamentos de las culturas Paracas, Nasca, Wari e Inca.
Por otro lado, la segunda habitación llamada Sala de Bioantropología recopila restos de los pobladores del antiguo Perú. Entre la colección encontramos cráneos con deformaciones y trepanaciones típicas de la cultura Paracas, las denominadas cabezas trofeo y extremidades defectuosas como una mandíbula con signos de fractura o dentaduras con caries. Asimismo, destacan las momias de un niño de ocho años y de una mujer con su bebe en brazos junto a su ajuar funerario. Por último, no deje de ver la réplica de las Líneas de Nasca en la parte trasera del museo.
Entonces ya sabe, si alguna de estas propuestas llamó su atención, Ica le da la bienvenida.
LA AVENTURA DEL SANDBOARD
Este particular deporte se comenzó a practicar en la década del 80 en Florianópolis (Brasil).
Básicamente, consiste en el descenso entre las dunas de arena sobre una tabla.
Estas contienen dos “agarraderas” para que ambos pies queden sujetos a la superficie, lo que permite maniobrar con mayor facilidad sin perder el equilibrio.
La mejor hora para practicar el sandboard es en la tarde, porque la arena está seca y por tanto está más blanda. Así, la tabla se desliza con suavidad y duele menos si nos caemos.
Para maniobrar mejor la tabla lo más recomendable es deslizarse en curvas si es principiante.
Una opción a su paso por la Huacachina es tomar el tour que ofrece la agencia Desert Adventures. Incluye un recorrido de una hora en tubulares, así como la posibilidad de practicar el sandboard en dunas de hasta 120 metros. La excursión cuesta entre S/.40 y S/.70 por persona.
Por: Marisol Grau
Vamos!