Estamos en épocas en las que el Internet, los juegos de video y demás entretenimientos traídos por la globalización impiden que los niños tengan más contacto con la naturaleza. Como sucedía antiguamente, el escape perfecto dejó de ser el campo; hoy es su propia habitación. Las vacas, perros, burros y aves son vistos en el monitor de la computadora o están peleando contra algún monstruo en su juego de Play Station. Sin embargo, lo que les da el campo es irremplazable. La naturaleza brinda paz, tranquilidad. Es una terapia para el alma y el corazón, dirían los más románticos. Y por tal motivo les presentamos una granja interactiva en donde los niños podrán apreciar e incluso practicar con sus propias manos, todas las bondades de la naturaleza.
SUELTOS EN PLAZA
“Cuando los niños vienen para acá tendrán para hacer y ver de todo. Tenemos más de 50 animales, entre peces, vacas, conejos, cuyes, gallinas, gallos, chivos, ovejas, pájaros, un burro; y además tenemos un huerto en el que los niños podrán plantar beterragas o rabanitos”, comenta Ricardo Estacio, uno de los dueños de Mundo Granja, que es trabajado en conjunto por toda la familia.
En el huerto tienen lúcuma, hortalizas, plantas medicinales y le enseñarán a los niños a plantarlos y a sensibilizarse por la vida de estos seres. ¡Imagínese todo lo que su hijo se puede entretener!
El recorrido por la granja puede durar una hora aproximadamente, entre que le da comida a los animales y siembra una beterraga. Sin embargo, todo el tiempo que le resta de su visita puede usarlo para disfrutar los juegos, ser llevado sobre una carreta jalada por el burro y comer algo en el restaurante. “Después de visitar el lugar, los niños habrán reforzado su desarrollo social y afectivo. Demostrarán respeto y sensibilidad por el medio ambiente y se solidarizarán con causas que ayuden a mejorar la Tierra. Hay niños que cuando llegan no quieren hacer nada. Están como reprimidos porque nunca en su vida han visto chivos o vacas y tienen desconfianza, pero poco a poco se van integrando al grupo y terminan hasta dándole leche a las ovejas”, comenta Violeta Estacio, quien también tiene a su cargo la granja.
Esta es una buena oportunidad para hacer algo distinto. Saque a su niño del cuarto, aparte de él, tan solo por unas horas, los juegos y la tecnología que son importantes, pero que no deberían ser la única forma de diversión ni la base de su crecimiento. Ellos se lo agradecerán.
Por: Jack Lo Lau – Vamos!