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Miles de turistas y población cusqueña presencian tradicional ceremonia del Inti Raymi

Inti Raymi - Notiviajeros.com
Miles de turistas, pobladores cusqueños y del interior del país participan de la escenificación del Inti Raymi o Fiesta del Sol, cuya primera ceremonia se desarrolló en las murallas y explanada del Convento Santo Domingo Koricancha con el ritual saludo al padre Sol o Inti Tayta.

De esta manera empezó esta importante festividad, considerada como la más solemne y grandiosa de la época incaica.

En la explanada del Koricancha -lugar donde se ubican los restos del famoso templo inca dedicado al Sol, que traducido al castellano en forma figurativa y literal significa morada de oro y cerco de oro- el Inca, al lado de los principales miembros de su corte y del Huillac Uma (sacerdote principal) realizó un ritual de saludo al Inti Tayta.

Posteriormente, el Inca, cargado en andas y seguido de todo su séquito, se trasladó a la plaza de Armas de Cusco, donde originalmente en la época inca se realizaba esta fiesta y que alberga la catedral cusqueña, construida sobre el templo dedicado al dios Wiracocha o dios principal o universal para la cultura andina.

En ese lugar se realizó el denominado Encuentro de los Tiempos, acto donde el Inca conversó con el alcalde de la ciudad y ofreció un mensaje al pueblo de Cusco y a sus autoridades.

Asimismo, le entregó un Kipu (forma de registro inca basado en nudos sobre cuerdas) con el mensaje de superación para el pueblo cusqueño.

En estos momentos, el monarca cargado en andas y seguido de la Colla o esposa principal, su corte, su séquito real y el ejército imperial se dirige al Parque Arqueológico de Sacsayhuaman para la ceremonia central del Inti Raymi.

Más temprano, en la plaza de Armas se realizó una ceremonia de izamiento de las banderas de Cusco y del Perú. Luego, las principales autoridades de la región participaron de una misa Te Deum en la Basílica Catedral de Cusco.

El Inti Raymi es una ceremonia en la cual el inca, los sacerdotes y el pueblo rinden homenaje al dios Sol como agradecimiento por las buenas cosechas, y para que la tierra vuelva a fecundar y continúe brindando bienestar a los hijos del Tahuantinsuyo.

La celebración representa con rigor la ceremonia desarrollada en la época incaica, pero ahora frente a las miradas de los miles de turistas.