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Llegó la aventura a Las Leyendas

Ingresamos en la gruta. Sonidos emitidos por aves y ranas acompañan nuestro recorrido hasta que huainos andinos empiezan a invadir el ambiente. De pronto la travesía en bote a motor nos permite ver una imagen impresionante: una réplica en miniatura de la ciudadela de Machu Picchu. Todo esto sin salir de Lima. En el Parque de las Leyendas Felipe Benavides Barreda, en San Miguel.

Desde ayer, todos los visitantes del conocido zoológico pueden ver una laguna artificial de más de 30.000 m2 y pagando un sol pueden ir a la gruta donde se encuentra la réplica de la ciudadela.

“Se ha inaugurado un proyecto de la Municipalidad de Lima después de ocho meses de construcción”, afirmó a El Comercio Marco Villalobos Alvarado, gerente de Promoción y Desarrollo del parque. “Esperamos recibir en este sector a unas 5.000 personas por día”, acotó.

Para recibir a esa concurrencia se ha dotado a la laguna con 21 botes a motor y 25 a pedal y un equipo de 60 personas, entre salvavidas, boteros y personal de seguridad.

Junto a cuatro integrantes de una familia natural de Pozuzo subimos a un bote a motor para un viaje que duraría cinco minutos. Una fuente adornada con cinco delfines hechos de césped y dos islas conectadas a través de puentes preceden a la gruta hecha con fibra de vidrio y piedra pómez y donde está la réplica del santuario inca.

Las reacciones en general son favorables ante la impresión de ver algo milenario en la Lima del siglo XXI. “La gruta es muy similar a las que hay en la selva”, nos comenta Jorge Schmidt, el patriarca de la familia de Pozuzo. “Permite que los niños conozcan la ciudadela sin tener que viajar al Cusco”, señala Patricia Arteta, esposa de Schmidt. Como vemos, Machu Picchu ya está sobre las aguas.