La vía del tren que conduce a la ciudadela inca de Machu Picchu quedó lista para la reapertura de ese centro arqueológico el próximo jueves.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo, participó ayer en una ceremonia de inauguración de las obras de rehabilitación de la vía férrea que va de la estación de Piscacucho hasta la de Aguas Calientes, a unos metros de la ciudadela.
Ese tramo, de unos 28 kilómetros de extensión, fue cubierto por los deslizamientos de lodo que cayeron desde enero último en Cuzco y es el primero en ser rehabilitado, pues los trabajos continuarán en el resto de la vía que conduce hasta la ciudad del Cusco.
A raíz de las inundaciones por las lluvias y deslizamientos de lodo en las inmediaciones de Machu Picchu, que provocaron la muerte de una turista argentina y un guía, las autoridades peruanas cerraron el centro arqueológico a mediados de enero pasado y procedieron a evacuar por helicóptero a unos 4.000 turistas que se habían quedado varados allí.
Cornejo confirmó que los turistas podrán llegar a ese destino por tren a partir del jueves 1 de abril, día en que la oficina de promoción turística Promperú ha organizado una visita especial con periodistas para difundir la reapertura de ese atractivo destino.
ASÍ SERÁ EL VIAJE
El gerente general de la empresa Ferrocarril Transandino, Rómulo Guidino, explicó que la reapertura del tren permitirá el traslado de 1.500 turistas al día, pero que la cifra subirá gradualmente con la reparación total de la vía.
Los turistas viajarán desde la ciudad del Cusco al distrito de Ollantaytambo en bus y luego irán en auto por una trocha angosta hasta la estación de Piscacucho, donde abordarán el servicio de tren.
De otro lado, el ministro Cornejo inspeccionó también la reconstrucción del puente Calicanto, en el distrito de Ollantaytambo, que se cayó por las inundaciones y dejó aisladas a las comunidades cercanas a Machu Picchu.
Las intensas lluvias en Cusco han dejado una veintena de muertos en las diversas provincias afectadas por los desbordes de ríos y deslizamientos de lodo, lo que provocó la declaración de emergencia en esa región y el cierre temporal de Machu Picchu.