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La difícil inversión en turismo

Los desastres naturales que afectaron al Cusco nos remacharon que el turismo en el Perú es adicto a Machu Picchu y en menor medida a la Ciudad Imperial. Cuando esto se constata, una vez más las voces pro diversificación de los destinos viajeros son altas y sostenidas, regresando luego a la inevitable cotidianidad del monodestino. Las autoridades parecen no decidirse a ampliar los horizontes viajeros, que son múltiples y atractivos. La Amazonía destaca, encanta, se impone, seduce, pero tiene poco peso en la política turística de nuestro país. A ello se suma que para promoverla se requieren carreteras que nunca se concretan; Kuélap es, lamentablemente, un buen ejemplo. Hermoso, único, subyugante, espera y espera la atención del Estado. Estas carencias no son las únicas. Una más soterrada y peligrosa es la de los Registros Públicos. ¿Invertiría usted sin un título saneado? Las “wiflas”, obviamente.

El de San Martín, Tarapoto, es un caso emblemático en lo que a la deficiencia de la Sunarp se refiere. La duplicidad y la superposición de títulos de propiedad son alarmantes. No solamente enfrenta al privado contra el privado, sino al Estado contra el Estado. Lo ocurrido con Córpac de San Martín es una oda a lo dañino. En 1992, Córpac inscribe sus dominios en la Sunarp y se adjudica el tramo final de la importante Av. Aviación, vía de acceso al aeropuerto. La corta con un muro, arma un desbarajuste de tráfico y los accidentes son múltiples. Pero a Córpac no le corresponde el espacio del final de la Av. Aviación. Esa área fue donada en 1972 por un ilustre tarapotino, Mario La Torre, a su municipalidad. La Sunarp lo sabía, en su catastro figura la superposición. No la tomó en cuenta y le dio a Córpac su partida sin problema. La siguiente escena es una larga disputa entre la Municipalidad de Tarapoto y Córpac. El Estado versus el Estado. Hábilmente, la corporación de aeropuertos pretendía venderle al municipio, a cambio de descontar impuestos, el terreno donado en 1972. La astucia es el juego.

Afortunadamente, la alcaldía ha hecho valer sus derechos y pronto se derruirá el muro, el ingreso al aeropuerto será adecuado y seguro. Aunque el peligro para muchos otros títulos continúa. No olvidemos que si alguien se opone a la cancelación de la partida registral superpuesta e ilegal —pese a que las fechas sean contundentes—, el trámite va al Poder Judicial y todos sabemos lo que eso significa: la eternidad en pomo. La Sunarp de San Martín parece ser el reino de la duplicidad, la triplicidad de partidas registrales, también de lo cuádruple. Una situación que debe encontrar una salida rápida y transparente. De lo contrario es prácticamente imposible que dejemos de ser Machu Picchu dependientes y continuaremos siendo el edén de la informalidad.

Por: Mariella Balbi