Ubicada a 303 km al sur de la capital, Ica es una ciudad rodeada de hermosos valles y famosa por la producción de vinos y piscos de excelente calidad. Para corroborar esa fama y difundir con autoridad su calidad, llegamos hasta la bodega La Caravedo, cuya tradición y cordialidad de su gente han valido para cumplir 324 años de arduo trabajo y sueños cumplidos, entre ellos haber elaborado el primer pisco puro orgánico a base de uva quebranta.
Rodrigo Pesheira, propietario de la bodega, sostiene que la agricultura orgánica es un modo de producción basado en el respeto a los procesos naturales en el crecimiento de las plantas y del medio ambiente, siguiendo procedimientos estrictos en los que no se emplean fertilizantes químicos, ni plaguicidas, fungicidas u otros agrotóxicos que se utiliza en la agricultura convencional.
Por su parte, Tacama, la bodega más antigua del Perú, nos muestra sus 180 hectáreas de extensión, ubicadas a 400 metros sobre el nivel del mar, en donde producen vinos y piscos de una calidad comparada a la de países de fama vitivinícola a nivel mundial.
De otro lado, con el apoyo turístico de PromPerú, la soleada Ica nos sorprende también con una ciudadela de barro declarada por expertos como el centro ceremonial de barro más grande del mundo, con 24 km2 de extensión y asentado en el valle del río Nasca.
A sólo 4 kilómetros de allí, los Acueductos de Cantalloc son una evidencia del desarrollo tecnológico de esta cultura, que hizo un buen uso de sus tierras y construyó un complejo sistema de acueductos subterráneos para aprovechar las aguas del subsuelo.
Por donde se le mire, una tierra que no nos deja de sorprender.
