Si las estrategias planteadas en el renovado Pentur son bien aplicadas, el Perú afrontará –en el curso de los próximos 10 años– un desafío primordial: la saturación de nuestros destinos turísticos más conocidos. ¿Cómo manejar el creciente flujo de visitas a Machu Picchu, por ejemplo? Esta fue una de las cuestiones más discutidas ayer, durante el taller de trabajo “Pentur 2008-2018. Síntesis para la puesta en operación”.
Una de las opciones que propuso la titular del Mincetur, Mercedes Aráoz, para descentralizar el turismo (y así descongestionar nuestras zonas más visitadas) consiste en promover las inversiones hoteleras en el circuito norte, a destinos como Trujillo o las playas de Tumbes y Piura. Y algo similar para la zona central del país.
Aráoz detalló que este año el sector turismo movilizará cerca de US$ 2,500 millones, cifra que irá creciendo a un ritmo de 10% anual hasta 2018.
El plan cuenta con tres fases: Prioritaria, Período I y Período II. La primera deberá ejecutarse hasta 2009, la segunda hasta 2013 y la tercera hasta 2018.
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