En siete meses estaría listo el estudio que realizará la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para determinar la zona adecuada para construir el nuevo aeropuerto del Cusco y poder convocar al proceso de concesión de este proyecto, informó hoy la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión).
“Este años vamos a tener los resultados para de inmediato convocar a los inversionistas interesados en la concesión de este proyecto tan importante teniendo en cuenta el crecimiento del sector turismo”, manifestó el director ejecutivo de ProInversión, Jorge León.
Para ello el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) firmará un convenio de cooperación técnica con la OACI con el objetivo de desarrollar un Plan Maestro que permita obtener una visión integral del desarrollo de la infraestructura aeroportuaria y su efecto en la región, costos aproximados del proyecto, flujos de ingresos, costos de mantenimiento.
León dijo que dicho estudio también permitirá determinar la fecha hasta la que podrá seguir operando el actual aeropuerto Velasco Astete mientras se construye el nuevo terminal aéreo.
Explicó que la construcción de un nuevo aeropuerto toma muchos años, por lo que posiblemente sería necesario alargar la operación del Velasco Astete.
Además, dijo que en coordinación con el MTC definirán las características del nuevo aeropuerto, como niveles del servicio de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), aterrizaje, operatividad, entre otros aspectos.
Comentó que aún no se puede asegurar que el nuevo aeropuerto se instalará en la localidad de Chincheros, ya que ello debe ser determinado por la OACI.
Según un estudio de la Universidad San Antonio de Abad del Cusco publicado el año pasado, el aeropuerto debería instalarse en la zona de Ocoruro, provincia de Paruro, debido a las mejores condiciones del viento, además del impacto ambiental mínimo.
De esta manera, se convertiría en el aeropuerto más alto del mundo pues estaría a 4,200 metros sobre el nivel del mar, después del aeropuerto del Tibet, y su construcción podría demorar unos 12 años como mínimo.