A partir del lunes 4 de mayo, los peruanos que deseen renovar su visa de negocios o turismo (B1/B2) para viajar a Estados Unidos serán exonerados de la entrevista personal y no tendrán que acudir a la embajada estadounidense, ubicada en el distrito de Surco.
La medida se aplicará en el marco del Programa de Renovación Rápida de Visas, mediante el cual los solicitantes efectuarán este trámite con sólo enviar los documentos respectivos a través del servicio de mensajería DHL, explicó la cónsul general de Estados Unidos, Charisse Phillips.
Con este nuevo programa, los interesados recibirán -a través del servicio de correo y en un plazo máximo de cinco días- su pasaporte con la visa renovada, indicó la funcionaria diplomática, quien detalló que en Perú se tramitan al año 60 mil de estas visas B1/B2.
El solicitante tendrá que acudir a la sede de la embajada sólo en caso de que no haya registrado aún sus huellas digitales completas, ya que antes de noviembre de 2007 sólo se tomaban las huellas de los dedos índices, refirió.
Las citas para esta nueva toma de huellas digitales serán a las 11:00 horas y se programarán previa coordinación telefónica a través del call center 434-3000.
El proceso de registro de huellas digitales en el banco de archivos demora menos de un minuto y se realiza en tres pasos: toma de las cuatro huellas dactilares de la mano derecha, luego de los cuatro dedos de la mano izquierda y, finalmente, de los dos pulgares a la vez.
Para calificar a este programa de renovación rápida los interesados deberán tener una visa de negocios o turismo de 10 años de duración, la cual deberá estar vigente o tener un plazo máximo de caducidad de un año, contados desde la fecha de expiración del documento.
Tampoco se les puede haber denegado una visa para Estados Unidos en una anterior oportunidad y deben haber cumplido siempre con las leyes y regulaciones de ese país
Otro requisito establecido por la Embajada de Estados Unidos es que el solicitante no haya perdido su última visa B1/B2 o que no se la hayan robado.
“La sección consular no es un lugar oscuro ni con instrumentos de tortura, sino con funcionarios que quieren hablar con el público, quienes estudian castellano para mejorar su capacidad de dialogar y están bien entrenados”, subrayó Phillips.