La danza, la música, la comida típica y el bello paisaje del centro del país deleitaron este fin de semana a miles de visitantes que, desde diversas partes, llegaron hasta el valle del Mantaro para rendirle honores a Santa Rosa de Ocopa, que no es otra que la mismísima Santa Rosa de Lima, pero que adquiere ese nombre por ser patrona de un distrito llamado así en la provincia de Concepción, en el departamento de Junín.
Los fieles se aproximaron durante dos días consecutivos en peregrinación al histórico convento de Santa Rosa de Ocopa, lugar donde se halla la imagen de la Mamacha. Allí alzaron plegarias y alabanzas a la que ellos consideran su reina y señora.
Mientras tanto, las coloridas celebraciones en honor a la santa no se hicieron esperar en casi una docena de localidades aledañas. Estas se efectuaron en Chupaca, Chongos Bajo, Sicaya, Santa Rosa de Tistes, Santa Rosa de Huarmita, Ataura, Ricrán, Carhuamayo, Satipo, Pampa Hermosa, Marcapomacoca y Santa Rosa de Sacco.
En todos estos pueblos pudo observarse imágenes de Santa Rosa de todos los tamaños, algunas de ellas vistiendo mantos lujosos bordados a mano, otros, en cambio, más humildes.
COMPARSAS, BAILE Y MÁS
Con excepción del distrito de Santa Rosa de Ocopa, donde por costumbre no suele realizarse ninguna comparsa, en todos los lugares mencionados las misas y las procesiones fueron seguidas por alegres fiestas costumbristas. No faltaron tampoco las ferias donde se vendieron artesanía y se ofreció lo mejor de la gastronomía de cada lugar.
Las orquestas y las bandas derrocharon salero y los grupos de danzantes demostraron gracia y elegancia al invitar a bailar con ellos a turistas extranjeros, quienes contagiados por la algarabía de la jornada se unieron a las grandes rondas.
Hasta Chupaca, por ejemplo, llegó un nutrido grupo de visitantes provenientes de Holanda, Bélgica, Irlanda y Francia, quienes viajaron en el ferrocarril central que va de Lima a Huancayo. Todos terminaron bailando las danzas de Santiago.