¿Cómo es un mochilero?
Muchos tienen la idea de que el mochilero es sucio, descuidado, sin dinero, de mal aspecto, pero eso ya no es así. Hay de todo, pero la mayoría son personas cultas, con nivel universitario y grandes puestos de trabajo en sus países. El Mincetur recién se ha dado cuenta de eso y ha cambiado las estrategias. El Perú es un destino de aventura y los mochileros quieren viajar de la forma más cómoda. No es que no tengan dinero, sino que ellos vienen a conocer de verdad el país, meterse en la cultura, conversar con la gente, viajar en micro y estar en constante descubrimiento. No es como el turista al que llevan a todos lados y tiene todo planificado. El mochilero es una forma de viaje que no indica si tienen dinero o no.
¿De dónde llegan más mochileros?
En realidad, de todas partes del mundo. De Europa, Norteamérica y hasta sudamericanos. Estos últimos se quejan más, son los más especiales. Por eso nuestra idea es brindar un servicio que supere las expectativas de cualquiera.
¿Cómo es la convivencia dentro de un hostal de mochileros?
Ves a gente de todo tipo de religión, cultura, nacionalidad, todos juntos. El ambiente es muy pacífico, divertido, pues aprovechan para sacar datos de destinos. Todos recomiendan y van cambiando información. El mochilero no viene con un plan de viaje muy estructurado. Está abierto a los cambios.
¿Cuál es la diferencia entre hotel y hostal?
La diferencia es que en un hostal se priorizan las áreas comunes, en donde la gente puede conocerse y hacer más lazos de amistad. La vida acá está fuera de las habitaciones. En cambio, en los hoteles la vida se centra dentro de las habitaciones, no tienes la posibilidad de conocer otras personas. Por eso nosotros le damos un comedor grande, una cocina para todos, los hacemos sentir cómodos, como en su casa. El trato del personal también es más personalizado. En un hotel todo es muy formal; acá somos como amigos. Siempre digo que profesionalizamos la informalidad, ya que somos una empresa formal con un trato informal y coloquial con nuestros huéspedes. Es por eso que regularmente se suele hacer fiestas. No dejamos de celebrar el Ocktober Fest o el Saint Patrick’s day, por ejemplo.
¿Cómo ves el servicio de este tipo en Lima?
En Lima, la proliferación de los hostales para mochileros ha sido sorprendente. Cada semana he descubierto uno nuevo y cada día están mejor. Antes, como la imagen del mochilero era de una persona descuidada, los servicios no eran muy buenos. Pero esos sitios pierden público. Por ejemplo, nosotros ahora tenemos servicios casi como de un tres estrellas, le damos friobar, cama king size, DVD, televisor, agua caliente, pero somos más económicos.
¿Cómo está el resto del país con respecto a los servicios de mochileros?
Lima está mucho más desarrollada que las demás ciudades. Uno puede pensar que en Cusco los hostales pueden estar mejor, pero no es así. Allá tienes los hoteles de nivel superior que son una maravilla y por otro lado los hostales baratos que son muy malos y solo unos pocos tienen buen nivel.
¿Y en Sudamérica?
El líder de lejos es Buenos Aires. En Brasil también se maneja una gran cultura de hostales. Estos países son los que mejor están. Después todos andamos más o menos en el mismo nivel. Sin embargo, en Lima vemos un crecimiento bastante importante a comparación con las demás capitales y no tenemos que envidiarle nada a nadie. He estado en Alemania, Francia y Austria y estamos muy parecidos en cuestión de servicios.
¿La crisis hará que baje este negocio?
En este primer trimestre ha crecido 40% comparándolo con el primer trimestre del 2008, que fue un gran año. Las reservas para los meses que vienen han bajado un poco debido a esta crisis, pero creo que a los hostales para mochileros nos va a beneficiar esto, porque la gente va a seguir viajando, pero gastando menos. Entonces nos buscarán a nosotros que brindamos un buen servicio, muy similar al de un hotel, pero a menos costo.
MIGUEL HUNDSKOFT. ADMINISTRADOR DEL FLYING DOG, UNA DE LAS CADENAS DE HOSTALES DE MOCHILEROS MÁS IMPORTANTE DE LIMA, NOS HABLA DE ESTE TIPO DE TURISMO QUE CADA AÑO SE APODERA CON MÁS FUERZA DE NUESTRAS CALLES Y SERVICIOS
Por: Jack Lo Lau
El Comercio