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Danzas peruanas: al ritmo de los Andes

La danza de las tijeras y la huaconada, típicas de los Andes peruanos, cargadas de tradición popular, mitos e historia, son ahora Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Con este reconocimiento nace un compromiso de salvaguardarlas para que se mantengan vivas en nuestros pueblos, pues así se preserva también nuestra identidad cultural.

La danza de las tijeras es originaria de Ayacucho, desde donde se difundió a Huancavelica y Apurímac. La generalización de su nombre se la debe al escritor José María Arguedas, por las láminas metálicas que llevan los danzantes en la mano derecha y que no dejan de tocar mientras bailan, al ritmo del violín y el arpa.

¿Pero cómo verla? Felizmente, en vista de que se ha vuelto bastante famosa ahora es más accesible encontrarse con un espectáculo como este en Lima. Pero si busca tradición, sepa que en la sierra (sobre todo en las tres provincias antes mencionadas), se acostumbra bailar la danza de las tijeras desde abril hasta diciembre en todas las fiestas agrícolas y religiosas importantes, sobre todo en la llamada Semana Santa (jueves y viernes).

La tradición dicta que este baile se dé en cinco días, pues en el primero los danzantes arriban al pueblo que festeja una fiesta para luego, durante los siguientes días, pasar por ritos y concursos para finalmente al quinto retirarse. Asimismo, cada melodía corresponde a pasos diferentes. Por ejemplo, el llamado pasacalle se da para marchar en las calles, mientras que el wallpa wajay se da a las tres de la mañana cuando canta el gallo.

Los sacerdotes de la Colonia decían que los danzantes habían hecho un pacto con el diablo, debido a las pruebas que ejecutan y que en ocasiones (aunque no para el turista) consisten en comerse un sapo vivo o meterse un cuchillo de 50 cm en la garganta.

EL BAILE DE JUNÍN
En tanto, la huaconada es una danza ritual del pueblo de Mito, distrito de la provincia de La Convención, en el departamento de Junín. Para ver esta tradición –ahora patrimonio– solo hay que movilizarse 16 km al norte de Huancayo durante el 1, 2 y 3 de enero. Lo bueno es que al ser una danza del pueblo y que se da en las calles, los foráneos se encuentran bienvenidos, pero solo para ver.

En ella los huacones, provistos de látigos (llamados tronadores), se encargan de hacer justicia moral. Castigan simbólicamente a los pobladores que obraron mal en el último año, a los adúlteros, ladrones y ociosos.

Al ritmo de la orquesta, los huacones jóvenes bailan con la espalda erguida y mostrando el pecho, en señal de autoridad. Dan saltos mientras sujetan sus látigos. Los huacones antiguos bailan diferente, aparentan cansancio, no saltan, sino que arrastran los pies y llevan un traje crema de lana de carnero. En ambos casos, se sitúan en el centro del pueblo de Mito.

Compromiso
El martes pasado la huaconada y la danza de las tijeras fueron declaradas por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Se considera que constituyen un patrimonio vivo que se transmite por generaciones y otorga a las comunidades un sentimiento de identidad y continuidad.