Con cánticos en quechua, acompañados de quenas y tinyas (pequeños tambores), cientos de cusqueños y turistas entregaron ayer ofrendas consistentes en alimentos, bebidas, hojas de coca y frutas a la pachamama o madre tierra en el parque arqueológico de Sacsayhuamán, ubicado a 20 minutos de la ciudad de Cusco.
Durante todo el día, un hoyo de metro y medio de diámetro y casi dos metros de profundidad con hojas de coca en los bordes, al que se accedía con los pies descalzos, fue la atracción de la ceremonia organizada por el Centro de Estudios Andinos Ayni.
Carlos Candia Noriega, fundador de la organización e impulsor de la actividad, explicó a los concurrentes la importancia de la fecha en la cosmovisión andina.
Señaló que cada 1 de agosto se celebra el inicio del año nuevo agrícola, por lo que es la fecha propicia para agradecerle a la pachamama por los frutos ofrecidos.
De igual forma, pero en idioma quechua, lo hicieron Martín Machaca Apaza y Virgilio Peña Grovas mientras elevaban las hojas de coca con la mirada hacia los apus que rodean la ciudad del Cusco como son Mamacha Simona, Huanacaure, Picol y el mismo Sacsayhuamán, donde se realizó la ceremonia.
“Hoy es el gran día para darle las gracias a nuestra madre, que nos da la vida con sus frutos que crecen sobre ella y la salud a través de las plantas que nos da el campo. Todos en la región andina estamos felices con nuestra madre”, manifestó Peña.
Además de los vasos de chicha de jora y hojas de coca, en esta ocasión hubo potajes como chicharrones y lomo saltado, los cuales estuvieron acompañados de copas de vino y panes.
Los organizadores explicaron que todo alimento ofrecido con fe a la tierra es bienvenido.
La ceremonia concluyó esta tarde cuando el hoyo estaba lleno y luego fue cubierto con tierra al compás del Pachamamaq muchanampi y Ayarachi pachamaman, temas que evocan a la tierra y que fueron interpretados por el director del Museo de la Música en Cusco, Kike Pinto Cárdenas.
Al cierre del ritual, los sacerdotes andinos llevaron 10 despachos principales u ofrendas mayores donadas por cusqueños que contienen golosinas, hojas de coca, vino, incienso, alimentos como maíz y fideos al apu Pachatusan y otro ubicado en la provincia cusqueña de Paruro.
Martín Machaca dijo que se espera una buena siembra y luego una buena cosecha.
En horas de la mañana miles de cusqueños compraron en los mercados flores y picapica de color amarillo para ser arrojados en el perímetro de sus viviendas como símbolo de festejo del año nuevo agrícola.