La población de la ciudad de Cusco celebra hoy la fecha central de la tradicional fiesta de Corpus Christi, considerada la festividad religiosa católica más destacada que se realiza en la antigua capital del Tahuantinsuyo.
La mezcla o sincretismo de los ritos católicos romanos con los ritos y costumbres incaicas constituyen el mayor atractivo de esta celebración en la Ciudad Imperial.
Alrededor de 15 imágenes de santos y vírgenes de diferentes parroquias, templos e iglesias se congregan durante una semana en la catedral cusqueña, edificada sobre el templo del dios Wiracocha.
Durante tres fechas las imágenes salen en procesión acompañas por fieles, comparsas de bailarines, bandas de músicos, estandartes, emulando la antigua procesión de las momias de los gobernantes incas en momentos solemnes de aquella época.
Para las procesiones, las diferentes cofradías, según sus posibilidades, se esmeran para que las imágenes luzcan sus mejores trajes, joyas y estandartes.
Lo propio hacen los mayordomos de cada imagen (vecinos encargados de organizar la celebración) invirtiendo en celebraciones que se llevan a cabo en el Centro Histórico de Cusco, casas particulares, locales alquilados y el atrio de los templos.
El plato tradicional de la fiesta es el ancestral chiriucho, hecho a base se cuy, que tiene elementos andinos e hispanos y de las tres regiones geográficas del país, y que venden las mestizas o “mamachas” de Cusco en la plaza San Francisco.
La fiesta empezó en la víspera con la procesión de entrada de los santos, y hoy tiene lugar la procesión de los santos y la custodia de la ciudad que representa al cuerpo de Cristo. La tercera y última procesión se llevará a cabo el próximo jueves en la tarde.