Recorrer los 32 Km. que separan el pueblo de Cachora a Choquequirao, es lo más duro que le ha tocado a la mayoría de viajeros, que salimos el pasado feriado largo, con el grupo Wayra. Pero a pesar de haber sufrido mil penurias queda la gran satisfacción de haber conocido el último refugio de los Incas del Cusco, todavía abierto a les viajeros que no vamos con agencias de turismo.
Aunque sólo un 30 a 40% está excavado y restaurado, Choquequirao, la llamada CUNA DE ORO, muestra su imponente estampa sobre una colina a 3100 msnm. Sus muros de piedra no tienen el fino acabado de los templos de Macchupicchu pero el sello de los ingenieros incas es inconfundible. Las puertas trapezoidales, las hornacinas con doble jamba, las formas geométricas y otras características hacen de Choquequirao un Macchupichu para aventureros que no esperan un vagón VIP o la ayuda de comerciales agencias que saben elevar sus precios y reservar los cupos del camino Inca con dos meses de anticipación para turistas extranjeros. En esta ruta comprobamos que los turistas peruanos eran la mayoría y los extranjeros no llegaban ni al 20% de la cantidad de aguerridos viajeros nacionales. Encontramos así, a jóvenes escolares, a jóvenes estudiantes de turismo de Abancay y Cusco, a excursionistas como nosotros, lo cual nos dice que este conjunto arqueológico reivindica el sentimiento turístico aventurero de los peruanos.
Esta es nuestra forma de invitarlo a ir a un lugar que aún guarda misterios y mucha magia mística, donde aún se siente el aroma de un verdadero Perú casi olvidado: el autóctono.
Gracias a la labor iniciada en 1993 por el Plan COPESCO y por el Instituto Nacional de Cultura del Cusco, el casi 40% del gigantesco complejo ha sido despejado y preparado para el turismo nacional y extranjero.
Consta de 9 grupos arquitectónicos y es evidente su carácter eminentemente religioso pues el Ushno, lugar de las ceremonias, ocupa toda una explanada desde donde se divisa las sectores principales del complejo.
NO HAY QUE SER DESVERGONZADO PARA IR A CACHORA
El inicio de esta aventura demanda llegar primero a la ciudad de Abancay en la región de Apurimac. Esta ciudad está a unas 4 horas en bus desde el cusco por si tienes dinero para ir a la sierra sur vía aérea. Si eres como la mayoría de peruanos Abancay tiene un buen terrapuerto al cual llegarás en 18 horas si vas desde Lima en buen bus y en buen tiempo. En temporada baja (sin afluencia de muchos turistas)el pasaje está 60 soles, en las otras temporadas está el doble. Lo ideal sería aclimatarte por lo menos un día en algún hotel cómodo y limpio. Todos los que están por el mercado y el hospital del seguro no lo son por siacaso. Los mejores están en la parte céntrica.
En el centro preguntas por los autos que van a Cachora o a Saywite y caminado unas cuadras arriba los encuentras. El precio es de 10 soles por persona pero si te ven muy gringo 30. Allí te acomodas con 4 personas más y en una hora estás en el pueblo que debes pronunciar bien el nombre para no molestar a alguna ninfomaniaca. Ya allí buscas a los especialistas en la ayuda a los viajeros: los arrieros. Todos son muy buenos… cobrando, y por emergencia te pueden cobrar más, pero su ayuda es lo necesario pues si algo sucede ellos te ayudarán a volver pronto o te auxiliarán inmediatamente. Recuerda el camino a Choquequirao es una verdadera ruta de herradura pues es mejor para los de 4 patas. Cobran por día, 20 soles por acémila y 20 por arriero. No hagan comparaciones irrespetuosas por favor, pero una mula lleva dos mochilas y un arriero puede jalar hasta 5 mulas.
El sector residencial más importante es el de los Hurín, donde se puede hallar acueductos e
incluso una suerte de baños donde lavaban o se aseaban los residentes.
Existen otros sectores aún no excavados pero se entiende que existían un grupo de barrios definidos por funciones o jerarquía. Alrededor de estos sectores existen andenerías para la agricultura.
ES GRANDE LA DISTANCIA A CHIQUISCA
Ya bien asegurados los equipajes empieza la caminata y lo mejor es que si no eres un trekker vayas en caballo (20 soles). El paisaje es lo mejor; si vas a caminar de noche que sea cuando hay luna llena, todo es onírico entonces y de una belleza singular a la luz de la luna y, lo mejor, no quemarás tu cuerpo bajo el sol del día.
Hay que ir con agua (1lt), algo ligerito de comer y linternas frontales pues son 19 Km de distancia con un desnivel de más de 1000 metros desde Cachora a Chiquisca, que es un lugar de camping donde hay que descansar y reponer energías. De Cachora ah Capuliyoc (el punto de quiebre de esta parte de la ruta) casi es plano, pero desde Capuliyoc a Chiquisca es donde está casi todo el desnivel, Casi todo este tramo se puede realizar en unas 6 horas o más dependiendo como camines. En Chiquisca hay baños y gaseosas para comprar, puedes acampar y dormir pues lo que viene a continuación lo ves al frente y parece querer asustarte, es la subida zigzagueante a Santa Rosa.
Luego de reponer energías se continúa bajando hasta la playa rosalinas, allí una señora vende frutas, lo mejor del lugar, con ese dulce sabor es bueno cruzar el puente para luego iniciar el ascenso. Si no has realizado tu pago a la tierra todavía es hora de hacerlo, unas gotas de trago o coca cola comprada en Chiquisca a 3 soles, unas hojas de coca en la tierra, unos granos de maíz tostado espolvoreados al viento pueden servir para que los apus, los celosos guardianes, te dejen pasar, hay que hacerlo con respeto sino la subida puede ser lo peor así vayas en caballo. Total es una forma de conservar las tradiciones si no lo ves por le lado mistico.
Para llegar hay que estar en una muy buena condición física y tener harto entrenamiento en caminatas de montaña. La alternativa es contratar acémilas para así completar la caminata por tramos.
DE SANTA ROSA A MARAMPATA SE LLEGA HASTA LAS PATAS.
Llegar a santa Rosa ya demuestra tu convicción de caminante pero eso no le impide a tus piernas empezar a molestar han sido más de dos horas de subida. Allí hay caballos, puedes alquilarlas a buen precio si están de ánimos los arrieros, es lo más recomendable pues para Marampata hay un mayor desnivel (+ 800 m) que para llegar a Santa Rosa(+500) . El camino siempre zigzagueante te puede aturdir por eso es necesario ir en grupo, alguien se puede insolar en esta subida y caerse.
Luego de más de extenuantes 3 horas puedes llegar a pie desde Santa Rosa baja a Marampata y es el otro lugar obligado para el descanso, hay servicios higiénicos y lugares para pedir algún plato de arroz con huevo o guisos, la gaseosa cuesta ya 5 soles. En Santa Rosa costaba 4 y Chiquisca 3, dicen los comerciantes que es por el transporte, así con la sed que tienes y por no ir cargando tus pesados litros de agua..caballero, a pagar nomás.
En Marampata se arma el campamento y si los baños no están abiertos puedes caminar un poco más y nantes de seguir a Choquequirao hay un campamento con baños siempre abiertos y con servicios muy decentes para estar tan lejos de la ciudad. Ya armada la carpa es ncesario ir a dormir pues se necesita muy buen estado anímico para aprovechar la estancia en Choquequirao.
El inconfundible estilo arquitectónico de los Incas se luce en la plaza principal- Las portadas trapezoidales de doble jamba y las paredes preparadas para techos a dos aguas nos recuerda a Macchu Picchu.
En la investigación Choquequirao es comentado por el historiador Cosme Bueno en 1768. Fue en el siglo XIX cuando los franceses Eugene de Santiges (1834) y Leónce Angrand (1847) lo dan a conocer. En 1911, Hiram Bingham junto a los lugareños llegó al lugar y dio cuenta de su importancia, luego de eso seguiría su camino en Busca de Machu Picchu. La excavación y puesta en valor se inicia en los años setenta.
CHOQUEQUIRAO AL FIN HE LLEGA’O
Amanece y luego de asearse y desayunar se inicia la parte final tan sólo con mochila de ataque pues Choquequirao está a tres kilometros. En ese tramo es donde disfrutarás de veras la caminata viendo unas caídas de agua, un camino por ratos como de selva, con vegetación abundante, un puentecito y las vistas de los andenes con forma de raton o lo que fuere. Ya se dejan ver las ruinas principales desde la primera gran curva y sólo debes seguir pues pronto un letrero te da la bienvenida.
Al fin en Choquequirao luego de tanto batallar y estás feliz, muy feliz en su plaza principal hasta que vienen los trabajadores del INC y te quieren cobrara 36 soles. Oye, pero.. ¿no era 10 soles?, o bueno 12, ¿qué pasa el sol me ha puesto el cabello de gringo ó es el polvo del camino?; bueno conversando pueden lograr que les cobren como a estudiante 18 soles nomás. Los de prensa deben pasar libre pues.. ¿cómo que no? si no nos regresamos sin hacer la difusión respectiva ah…Mentira igual te cobran.
Los andenes te dan una bienvenida en perspectiva, la plaza principal te complace con su palacio, el ushno te intimida, y la zona de los Hurin te impresiona, allí vivían los nobles. Luego puedes ir a buscar las residencias de los sacerdotes, están del ushno hacia la parte posterior, las oficinas administrativas, en fin hay un mundo por descubrir y sentir. Es el momento en que todo lo sufrido en el camino y que se empoza en el alma, como versara Vallejo, queda en el olvido. ¡Haz llegado y eso es lo importante por ahora, te sientes victorioso y un halo de gloria esbozado en una sonrisa se muestra en tu cara. Estas allí y eso nunca lo olvidarás.
Choquequirao no está develado del todo pero ye se siente muy especial, puro y exótico. Es un lugar del pasado peruano que ojalá nunca se vuelva tan comercial como la Maravilla del Mundo al cual por el camino inca van mayoritariamente extranjeros. Es tiempo de ir a verlo, respetando su medioambiente y haciendo respetar el derecho a que más peruanos lo vean.
¿Y AHORA COMO REGRESAMOS ? Terminando el orgasmo visual por recorrer todos los recintos es hora de pensar en el regreso, si llevaste muchas cosas hasta Marampata hay que regresar con los arrieros por los mismos 32 Km de regreso a Cachora; pero si sólo tienes tu mochila y estas muy bien descansado mira al frente de Choquequirao, allí esta Huanipaca, un pueblito mucho más cerca que Cachora sólo para trekkers, las mulas ni caballos no pueden subir por allí. Se ve zigzagueante y empinada la subida allá al frente, pero para llegar allá primero hay que bajar al río , allí te indican por donde, lo cierto es que es una gran alternativa para los caminantes que no quieren regresar por el mismo lugar. En Huanipaca también hay albergues y llegan autos que te pueden regresar a Abancay por 10 soles o veces más. Es otra aventura ojalá podamos vivirla y contarla pronto.
Textos y fotos: Hamilton Segura
Revista Amigos & Aventura
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