Pasadas las 11 p.m., alrededor de 26 aeronaves que tenían planeado aterrizar o despegar del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima no han podido cumplir con su plan de vuelo debido a la intensa niebla que ha afectado las operaciones del terminal limeño.
Según Lima Airport Partners (LAP), la operadora del aeropuerto, tres vuelos nacionales y 10 internacionales no lograron aterrizar y fueron desviados a Pisco, Arequipa, Piura, Chiclayo y Tarapoto. Salvo Pisco, las otras 4 ciudades están muy alejadas de Lima.
Con relación a las salidas, cinco vuelos con destinos nacionales y ocho con destinos internacionales no lograron partir por la neblina y se encuentran demorados. Solo las salidas de dos vuelos internacionales han sido reprogramados para más adelante.
FAMILIARES PREOCUPADOS
Como consecuencia de esta situación el aeropuerto se llenó de personas que indagaban por el destino de sus familiares y amigos que tenían previsto aterrizar en Lima. A ellos se les informó que los vuelos tuvieron que ser desviados por la niebla a otras ciudades.
En tanto, cientos de personas que esperaban partir del Jorge Chávez se encuentran varadas con sus equipajes, según constató El Comercio esta noche.
PODRÍA DURAR HASTA LA MAÑANA
El Senamhi informó a elcomercio.pe este fenómeno podría durar hasta la mañana del miércoles pues la niebla continúa pasada la medianoche (5 horas después de iniciado). El meteorólogo Weidi Flores indicó que la niebla se formó en el Pacífico y fue arrastrado a la costa por los vientos.
“Las nubosidades se forman en el mar y los vientos lo trasladan a la zona costera, se encajonan y se van acumulando dando lugar a esta niebla”, explicó. Flores precisó además que este es un fenómeno inusual debido a que la temporada de neblina comienza en abril y es sobre todo en el mes de mayo que se presenta con mayor intensidad.
El meteorólogo aclaró además que lo que está experimentando la zona costera de la capital en este momento es una fuerte niebla, mas no una neblina. “Se habla de niebla cuando la visibilidad es menor a mil metros, en cambio la neblina si permite ver más allá de esa distancia aunque con dificultad”.
El Comercio