Ubicada en la provincia de Ascope, departamento de La Libertad y a solo 45 minutos de Trujillo, la hacienda Cartavio promueve dos atractivos resaltantes: El Brujo, centro ceremonial moche en el que se ha encontrado a la única mujer soberana del valle de Chicama, la Señora de Cao, y la planta de ron Cartavio, una de las más importantes y modernas de la región.
EL TIEMPO QUE NO PASA
Camino a la hacienda Cartavio uno se encuentra escoltado por miles de cultivos de caña de azúcar y cubierto por su dulce aroma. Durante el recorrido usted puede retroceder por el tiempo y viajar por siglos en la historia de este lugar. Estamos en el valle de Chicama donde aproximadamente hace más de 500 años vivieron los chimúes rindiéndole culto a su deidad principal, la luna. Esto último debido a su influencia sobre el crecimiento de las plantas, las mareas y su utilización como marcador del tiempo.
Después de la Conquista, en el año 1562 llegan las primeras semillas de caña de azúcar traídas desde las Antillas y sembradas por Melchor de Osorno. A inicios del siglo XVII la zona era conocida por los viajeros de la época como un pujante almacén azucarero. El ingenio azucarero debe su nombre desde 1782 a don Domingo Cartavio, quien la convirtió en una de las plantaciones más importantes del país.
RUTA EL BRUJO Y EL RON
Después de 20 minutos de recorrido desde Trujillo llegamos a la hacienda, dejamos nuestro equipaje y tomamos un exquisito desayuno. Luego partimos al complejo arqueológico El Brujo y seguimos acompañados del embriagante olor a caña de azúcar.
El nombre de este lugar se debe a que durante siglos ha sido el preferido por los chamanes para realizar sus ceremonias o mesadas. Es aquí donde tendrá la oportunidad de conocer nuevas excavaciones y contemplará el legado de 5.000 años de ocupación desde los nómades cazadores recolectores y posteriormente por las culturas Cupisnique, Moche, Lambayeque, Chimú, Inca y la época Colonial. Los principales monumentos de este complejo arqueológico son la antigua huaca Prieta, en el extremo sur y la más antigua, La huaca el Brujo, perteneciente a la cultura Moche, y la huaca de Cao Viejo, la cual uno visita en este recorrido. Esta es la más importante edificación del complejo a pesar de haber sufrido muchas modificaciones durante su existencia.
El recorrido se inicia en la Plaza Norte, en la cual se puede apreciar un extenso campo donde se realizaban ceremonias de combates rituales y los vencidos eran entregados para el sacrificio. Déjese deslumbrar por los imponentes relieves polícromos, junto con representaciones de prisioneros desnudos atados al cuello. Luego llegará a un recinto ceremonial de 1.800 años de antigüedad construido con la única intención de realizar el entierro de un personaje de la realeza moche. El fardo funerario fue encontrado a 3 metros de profundidad, lo que permitió que no lo dañara ningún elemento durante el tiempo que estuvo enterrado.
Pero lo que causó conmoción fue descubrir que este cuerpo momificado era de una mujer: La Señora de Cao. Ella estuvo acompañada por diversos objetos de lujo, como una diadema que usaba de corona, collares y 30 narigueras de oro.
Finalmente, terminamos el recorrido en el museo de Cao, el cual ha sido financiado por la fundación Wiese y donde se encuentran los objetos ceremoniales que acompañaron a la primera soberana prehispánica.
Al terminar esta sorprendente visita el guía lo llevará de retorno a la hacienda Cartavio. Es aquí donde experimentará una cata de ron única y sentirá los diferentes sabores y aromas de ron Cartavio. Luego, recorrerá durante 20 minutos cuatro plantas donde podrá apreciar y vivir de cerca la elaboración de los diferentes tipos de ron que acaba de degustar.
ALMUERZO BIZARRO
A continuación, la etapa final: La Barricada. La hacienda Cartavio le preparará un delicioso almuerzo donde se podrá deleitar con carnes que han sido maridadas por 24 horas y cocinadas por 3 horas en las barricas, anteriormente usadas como almacén de ron. Por otro lado, probará exquisitas salsas mezcladas con diferentes tipos de bebidas y una deliciosa huancaína en donde sentirá un poco de ron, ya que los ajíes han sido previamente remojados con crema de este trago.
Por último, nuestros anfitriones cierran la visita con broche de oro con un extravagante arroz con leche, llamado Arroz caprichoso, ya que la leche ha sido reemplazada por el Capricho, riquísimo licor hecho a base de crema de leche y ron. Adicionalmente uno tiene la opción de visitar La capilla, como se lo llama al bar y seguir catando teniendo como marco barricas de antaño provenientes de Eslovenia y España.
Terminamos el recorrido satisfechos y con un nuevo motivo para salir de Lima. La mezcla de historia, cultura y ron fue un éxito.
Por: Andrea Mindreau – Vamos!