Varias caravanas de turistas extranjeros han llegado en motocicletas a la ciudad de Cusco, en el sureste peruano, en las últimas semanas, para conocer la ciudadela incaica de Machu Picchu, patrimonio mundial de la humanidad y una de las nuevas maravillas del mundo.
En lo que parece haberse convertido en una sana costumbre, estos grupos suelen arribar a la Ciudad Imperial entre los meses de enero, febrero y marzo, fechas de vacaciones en la mayoría de países latinoamericanos.
La ruta de acceso principal es la frontera con el país altoandino de Bolivia, por donde ingresan a Perú las caravanas de motociclistas procedentes de países como Brasil, Uruguay y Argentina.
No obstante, los dueños de las motocicletas, máquinas costosas y de alta calidad, que se atreven a desafiar la cordillera andina no sólo son de procedencia latinoamericana sino también europeos y norteamericanos.
Tal es el caso de los alemanes Andreas Torger y Rigo Tanz, de profesión electricistas, quienes acaban de arribar a la ciudad de Cusco en dos formidables máquinas, con la finalidad de conocer Machu Picchu.
Su travesía comenzó hace unas semanas en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) y para llegar a Perú recorrieron el norte de ese país y atravesaron todo Bolivia. Ahora piensan retornar al mismo punto vía el sureño país de Chile.
Cusco alberga la ciudadela incaica de Machu Picchu, principal ícono del turismo en el país, por la riqueza arquitectónica, natural e histórica que representa.