La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) respaldó la iniciativa para que el aeródrómo de Nasca, en Ica, pase a manos de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac), planteada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
En la actualidad, dicho terminal aéreo se encuentra a cargo del municipio del distrito de Vista Alegre. El cambio permitiría tomar las medidas necesarias para evitar nuevos accidentes aéreos.
Carlos Canales, titular de Canatur, dijo que el problema en Nasca pasa por erradicar la “cultura chicha e informal” de algunos empresarios que confían en la experiencia de pilotos que no siguen procedimientos rutinarios en el manejo de las máquinas.
“Deben sí o sí cumplir los programas de mantenimiento con repuestos de fábrica, el uso de combustible de calidad y en las cantidades suficientes para no poner en peligro la operatividad de las naves”, manifestó.
Indicó que la mayoría de accidentes se da por errores humanos y, específicamente, por el exceso de confianza de los pilotos al no seguir rigurosamente los procedimientos fijados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Aseguró que el trabajo de la DGAC es serio y busca reducir las ocurrencias en Nasca, desarrollando una permanente supervisión a los operadores.
“Incluso, se han elevado los niveles de exigencia y ello implica que cada aeronave lleve un GPS que permita vigilar y supervisar el espacio aéreo para que no se aparten de los planes de vuelo, así como el cumplimiento de los tiempos de vuelo”, detalló.
Sostuvo que Nasca debe ser la cuna y cantera de pilotos civiles más importante del país, donde lleguen luego de la experiencia acumulada en horas de vuelo, formación y exámenes, con naves de mayor capacidad y tecnología.
Refirió que en el aeródromo se llevan a cabo más de 55,000 vuelos anuales y se transportan más de 120,000 pasajeros. Posee la mayor cantidad de operadores aéreos y la mayor flota aérea después de Lima.
“Pese a dicho tráfico, el aeródromo se encuentra controlado por el municipio de Vista Alegre y consideramos que debería estar en manos de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial”, enfatizó.
Canales recomendó a la DGAC y a los ministerios de Transporte y de Comercio Exterior y Turismo convocar a los embajadores de los países que emitieron advertencias de no sobrevolar Nasca y explicarles la normatividad que se aplica para eliminar los riesgos de accidente.
En el ámbito interno, Canales sugirió convocar mensualmente a los operadores con seminarios sobre el respeto al cumplimiento rutinario de los procedimientos de seguridad y aplicar drásticas sanciones ante eventuales ocurrencias en el espacio aéreo.
“Se debe promover un programa de renovación del parque aeronáutico privilegiando el ingreso de bimotores de no más de diez años de antigüedad con un financiamiento a través de la Corporación Financiera de Desarrollo a tasas reducidas y a mediano plazo de pago, entre ocho a diez años”, manifestó.
Finalmente, Canales agradeció a la DGAC por la incorporación de mayor personal de su entorno en Nasca que “coadyuvará a garantizar un mejor servicio y seguridad aérea”.
El titular del gremio empresarial y de la DGAC, Rolando Gamarra, se reunieron en virtud a la petición de Canatur del inicio de una auditoría técnica a los operadores aéreos de Nasca.
También participó Daniel Ratti, titular de Asociación Peruana de Empresas de Transporte Aéreo Internacional; Javier Carulla representante de la Asociación Peruana de Empresas Aéreas, y Enrique Quiñones, dirigente de la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno.