Al sur de Lima se encuentran los balnearios más sofisticados de la ciudad. Playa Caballeros, club Curayacu, Asia Golf Club y Boulevard de Asia, playa Gallardo y muchas otras cuentan con edificios, conjuntos turísticos y habitacionales perfectamente habilitados para satisfacer los gustos de personas con muchas facilidades económicas y que disfrutan, además, de playas privadas.
El atractivo de viajar por tierra en vehículo propio radica en que podemos disfrutar de los paisajes que encontramos en nuestro camino, así como detenernos cuantas veces queramos para atender nuestras necesidades personales.
Desde Lima, en adelante, y siempre siguiendo hacia el sur, la carretera Panamericana nos va encaminando hacia muchos sitios muy apreciados en Perú, tanto por su importancia turística como histórica. Una excelente señalización nos da pautas del rumbo a tomar para dirigirnos al destino que deseemos. En realidad hay muchísimo para conocer. En el kilómetro 130 un letrero de color verde con letras blancas señala el ingreso a Cañete y Lunahuaná. Ahí deberemos tomar ese desvío a la derecha, que luego cruza por encima de la autopista, para dirigirse hacia el suroriente.
San Luis de Cañete, primero, y luego San Vicente de Cañete son poblaciones importantes que nos reciben y que nos invitan a hacer un alto. Sus parques, plazas, edificios coloniales, iglesias y demás atractivos nos demuestran que vale la pena visitarlas. Sin embargo, el sitio más interesante para conocer en aquel lugar es el castillo Unanue o castillo de Cañete.
Este, de hermoso estilo morisco, fue construido sobre una huaca prehispánica con materiales de lujo importados desde Italia en el siglo XIX, por José Unanue de la Cuba. Tiene varias y amplias habitaciones que evidencian la opulencia de sus propietarios. Sus mármoles, vitrales, rejas de hierro y bronce, mazmorras y túneles la convirtieron en la residencia más lujosa de la Costa peruana de la época.
En aquel tiempo, su construcción costó el equivalente a USD 1 millón en la actualidad. Lamentablemente, el inmueble no presenta un buen estado de conservación y se nota su abandono. En su interior, se siente un ambiente un poco extraño, pesado y lúgubre. Sin embargo, eso no impide apreciar la belleza e imponencia del famoso castillo, que en su parte más baja sirve de sepulcro del famoso médico, científico y prócer peruano Hipólito Unanue, padre del constructor.
Luego de haber disfrutado de esta atracción y retomando la carretera Panamericana, en 45 minutos más llegaremos a Chincha Alta y Chincha Baja, ciudades muy agradables para conocer y visitar, donde se destaca la buena sazón de su comida, elaborada principalmente con productos del mar. Resaltan los platos preparados con conchas de abanico, que son diferentes a las conchas negras que conocemos en nuestro país y que son un verdadero manjar para el paladar.
Para encontrar buen alojamiento, así como vinos y piscos de excelente calidad, es mejor recorrer 35 kilómetros más hasta llegar a Pisco, importante ciudad del departamento de Ica, donde nos ofrecen múltiples servicios y comodidades de todo precio, además de amplias y hermosas playas para descansar.