Los cuatro días no laborables de los que podrán disfrutar desde hoy los limeños abren la posibilidad de realizar viajes cortos de diversión y relax a destinos cercanos a la capital, que ofrecen bellos paisajes, deliciosa comida, e, inclusive, la práctica de deportes al aire libre.
La ciudad de Huaral es un ejemplo de ello. Está situada a 188 metros sobre el nivel del mar y a una hora y 20 minutos de camino aproximadamente desde Lima por la Panamericana Norte.
Cuna de la cultura Chancay y de la reducción indígena de San Juan Bautista de Huaral (1551), este próspero valle agrícola y sus alrededores ofrecen al visitante lugares turísticos como la ex hacienda Huando, los restos arqueológicos de Rúpac y las Lomas de Lachay, con sus ecosistemas que albergan singulares muestras de flora y fauna.
Se recomienda como mínimo dos días para disfrutar de sus bondades como Rúpac, la ciudadela, ubicada sobre una colina de la serranía del valle a tres mil 580 metros sobre el nivel del mar.
También se puede visitar Huacho, capital de la provincia de Huaura, a la altura del kilómetro 152 de la Panamericana Norte. Este antiguo pueblo de pescadores, es una ciudad activa con intenso movimiento comercial, hoteles, restaurantes y atractivas playas.
Sur
Otra alternativa para quienes decidan escaparse de Lima es Azpitia, destino ubicado a una hora y 40 minutos al sur de la capital, que ofrece una campiña rodeada de frutales pero también la posibilidad de hacer ciclismo de montaña y caminatas en los cerros aledaños.
Este lugar es conocido también como el Balcón del Cielo por la magnífica vista que ofrece del valle del río Mala, y tiene un clima privilegiado con sol todo el año. La mayoría de los platos que se pueden encontrar en los restaurantes campestres de la zona son preparados a base de camarones.
Camino a Azpitia, los viajeros pueden detenerse también en Santa Cruz de Flores, un pequeño y pintoresco poblado cuya actividad principal es la elaboración de vinos y piscos caseros.
Centro
Quienes quieren clima de sierra pueden movilizarse hacia Tarma, la Perla de los Andes, a cuatro o cinco horas de distancia de Lima, en la región Junín. Su legado arqueológico incluye cerca de 500 recintos, entre los que sobresalen el sitio de Tarmatambo, el Santuario del Señor de Muruhuay y la gruta del Guagapo, de la cual se afirma que es la más profunda de América del sur. El tiempo mínimo recomendado por los expertos para quedarse en Tarma es de dos días.
Entre las regiones Lima y Junín se puede visitar la Reserva Paisajística Nor-Yauyos – Cochas, ubicada a 290 kilómetros de la capital, yendo por la Carretera Central ó 320 kilómetros yendo por la vía a Cañete.
Se trata de una hermosa zona del país, donde destacan el nevado de Pariacacca, lagunas de aguas turquesas y cristalinas adornadas de bellas cascadas color blanco, cielo azul, profundos cañones y quebradas, y bosques de quenuales.
Además, en la zona es posible encontrar complejos arqueológicos y gran diversidad de aves, en medio de un clima caluroso al sol y templado en la sombra. La estación lluviosa se presenta entre noviembre y marzo.