A sólo tres horas de Lima se encuentra la Reserva Nacional de Paracas, con 335 mil hectáreas dedicadas a la protección y preservación de especies en vías de extinción. De toda esa extensión, 117 mil 406 son de tierra firme y 217 mil 594 de aguas marinas.
El área ha sido declarada reserva regional para aves migratorias. Allí, los visitantes podrán observar diversos ecosistemas, los restos arqueológicos de la cultura Paracas, el lugar donde desembarcó el libertador José de San Martín y la gran diversidad de fauna marina de la zona. De las áreas protegidas en el Perú, Paracas es la única que posee un ecosistema marino.
Desde el balneario de Paracas, en la provincia de Pisco, se puede tomar un tour en yate a las islas Ballestas. En este sector habitan miles de lobos marinos, que hacen piruetas y juguetean con los visitantes. En las islas se puede apreciar también infinidad de aves.
En la reserva se encuentran especies como el flamenco, el pingüino, el cóndor andino, el zarcillo y las aves guaneras, entre otras. En el trayecto por mar, es posible apreciar una enorme y enigmática figura en forma de candelabro, labrada sobre la ladera de una colina de arena.
Lugar paradisíaco
-En Paracas se encuentra también el museo de sitio Julio C. Tello, a la altura del kilómetro 27 de la carretera Pisco-Puerto San Martín. Este recinto conserva muestras representativas de la cultura Paracas, como mantos, momias y cerámica.
-La Reserva Nacional de Paracas es considerada uno de los ecosistemas más raros y ricos del mundo. Fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco. Un bien merecido reconocimiento.