En el valle de Lurín, a pocos minutos de Pachacámac encontramos al acogedor pueblo de Santa Rosa de Malpaso, fundada en 1959 por ganaderos y agricultores, actividades que aun son el sustento de esta comunidad famosa por su producción de frutas y tubérculos.
En los últimos años se ha visto a si misma crecer a grandes pasos, pues el turismo ha crecido enormemente, pero de forma desordenada, lo que hace imposible explotar los recursos que brinda esta comunidad.
Caminar por las quebradas en la ruta hacia Cardal y el cerro Pan de Azúcar, resulta ser una experiencia privilegiada. La gran cantidad de entusiastas caminantes que pasan por aquí todos los años son testigos de ello.
Sin embargo para hacer realidad este potencial es necesario algo más que imaginación. El Grupo GEA en alianza con instituciones y personas interesadas en la revalorización del valle llevan años cooperando para el desarrollo de esta comunidad. Junto con el arquitecto Iván Ramírez y un grupo de ingleses produjeron una técnica propia con la que pudieron renovar gran parte de las viviendas.
A la vez existen proyectos con los alumnos de arquitectura de la Universidad San Martín, asimismo habilitar el servicio de guiado, brindar asesorías para hacer negocios como restaurantes y hospedajes.
Este es un plan de tres años que impulsaría aun más las posibilidades de las 34 familias establecidas prácticamente como una sola, pues casi todas se encuentran relacionadas entre sí.